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La síndica de Greuges e.f., Emilia Caballero, se congratula por la entrada en vigor, el 1 de agosto de este año, del Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, también conocido como el “Convenio de Estambul”.

De acuerdo con Caballero, el Convenio de Estambul es una herramienta muy eficaz tanto en la definición de este fenómeno, para evitar las falacias empleadas por algunos países en este sentido, como en el establecimiento de políticas públicas globales (recursos financieros, sensibilización, educación, formación y un largo etc). Se trata, por tanto, de un instrumento clarificador en cuanto a las medidas que deben adoptarse para detener la sangría de asesinatos de mujeres que actualmente padecemos.

El Convenio define las distintas formas de violencia contra la mujer, incluidas la violencia sexual, física y psicológica, el matrimonio forzado, la mutilación genital femenina, el acoso, etc., y exige su tipificación. Además, reconoce que la violencia contra las mujeres es una manifestación de desequilibrio histórico entre la mujer y el hombre que ha llevado a la dominación y a la discriminación de la mujer por el hombre, privando así a la mujer de su plena emancipación.

Igualmente, este tratado europeo, que ya ha sido ratificado por 10 países entre los que se encuentra España, considera que la naturaleza estructural de la violencia contra las mujeres está basada en el género, y que dicha violencia es uno de los mecanismos sociales cruciales por los que se mantiene a las mujeres en una posición de subordinación con respecto a los hombres.